Los servicios de seguridad franceses están investigando si los grafitis rociados en el muro del memorial del Holocausto de París y las estrellas de David pintadas en edificios fueron intentos de desestabilización orquestados por Rusia.
Un proyecto de ley destinado a fortalecer las medidas para contrarrestar las operaciones encubiertas de potencias extranjeras se encuentra ante el parlamento, en medio de la creciente preocupación de que Francia sea un objetivo de elección mientras Moscú busca socavar las democracias occidentales.
Se sospecha que los servicios de inteligencia rusos ordenaron que el memorial del Holocausto fuera profanado con símbolos de manos rojas la semana pasada, en lo que el presidente Macron describió como un acto de “antisemitismo odioso”. Los delitos de odio contra los judíos se han cuadruplicado en Francia desde el ataque de Hamas a Israel en octubre pasado. Los símbolos fueron pintados en una pared exterior del memorial, que está dedicado a las personas que salvaron a los judíos de los nazis durante la ocupación de Francia durante la guerra.
Una fuente cercana a la investigación dijo a France Info, un medio de comunicación público, que se vio a dos personas en las cámaras de seguridad llegando a las 3 de la madrugada del 14 de mayo con pintura en aerosol y plantillas, junto con varios otros posibles cómplices. Informes del medio de comunicación y de Le Canard Enchaîné, un periódico satírico semanal, dijeron que fueron identificados a través de datos de teléfonos móviles como búlgaros que se fueron a Bruselas en autobús esa misma mañana.
Las autoridades francesas también sospechan que los servicios de seguridad rusos estuvieron detrás de una campaña de grafitis en la que se pintaron alrededor de 60 estrellas de David en edificios de la zona de París en octubre. Dos inmigrantes ilegales de Moldavia fueron arrestados y se informó que se identificó a su presunto intermediario, un empresario moldavo prorruso, pero no se presentaron cargos contra ellos.
Moscú ha desestimado las acusaciones como “basura infundada” y un intento de culpar por “el crecimiento del antisemitismo en Francia”. Un informe de la UE ha dicho que Francia está siendo objetivo de un “aparato de desinformación pro-Kremlin cada vez más agresivo”. El gobierno francés cree que el asalto propagandístico se ha intensificado desde que Macron advirtió en febrero que no se podía descartar el envío de tropas occidentales a Ucrania.
Entre las medidas que se están debatiendo en el Senado se encuentran la ampliación de la vigilancia informática y telefónica, el aumento de los poderes para congelar los activos de los sospechosos y un régimen de registro de influencia extranjera más estricto. El proyecto de ley ha sido aprobado por la Asamblea Nacional, la cámara baja. Gisèle Jourda, una senadora socialista, dijo: “Es importante … darse cuenta de que cuando hablamos de interferencia de estados extranjeros, no es solo un mito”.